Osteoporosis por Uso a Largo Plazo de Corticoides: Estrategias de Prevención Efectivas
dic, 25 2025
Calculadora de Riesgo de Fractura por Corticoides
Esta calculadora estima tu riesgo de fractura ósea en los próximos 10 años basado en factores relacionados con el uso prolongado de corticoides. Los corticoides pueden debilitar tus huesos sin que lo notes, aumentando el riesgo de fracturas incluso con dosis bajas.
Nota importante: Este cálculo es una estimación simplificada. Si tienes dudas sobre tu riesgo, consulta a tu médico para una evaluación completa.
¿Por qué los corticoides te debilitan los huesos sin que lo notes?
Si llevas meses o años tomando corticoides -ya sea por lupus, artritis, asma o alguna enfermedad autoinmune- es probable que nadie te haya hablado de un riesgo silencioso: osteoporosis. No es un efecto secundario que se note con dolor o fiebre. No te hace sentir mal. Pero sí te hace más frágil. Cada día que tomas más de 2,5 mg de prednisona (o su equivalente) durante tres meses o más, tus huesos pierden densidad. Y la peor parte: la mayor pérdida ocurre en los primeros tres a seis meses. En ese tiempo, puedes perder hasta un 15% de masa ósea, especialmente en la columna lumbar, donde los huesos son más esponjosos y vulnerables.
Esto no es una advertencia hipotética. Según estudios publicados en JAMA Internal Medicine y la revisión de Frontiers in Endocrinology, hasta el 50% de las personas que toman corticoides a largo plazo desarrollan osteoporosis. Y el riesgo de fractura se duplica incluso con dosis bajas. Si tomas más de 7,5 mg diarios, tu riesgo se dispara. Y lo peor: muchos ni siquiera lo saben. Solo el 31% de los pacientes reciben una densitometría ósea, y menos del 15% reciben el tratamiento completo que recomiendan las guías médicas.
¿Cómo exactamente los corticoides destruyen tus huesos?
No es solo que los corticoides te quiten calcio. Es peor. Estas drogas atacan directamente las células que construyen y mantienen tus huesos. Las osteoblastos, las células que fabrican nuevo hueso, se ven obligadas a morir antes de tiempo. Al mismo tiempo, las osteoclastos -las que descomponen el hueso viejo- se vuelven más activas y viven más tiempo. Es como si tu cuerpo dejara de construir casas y, en cambio, las derribara más rápido de lo que las repara.
Además, los corticoides reducen la absorción de calcio en el intestino en un 30%. Tu riñón también pierde más calcio por la orina. Y tu cuerpo deja de responder bien al ejercicio. Si antes caminar 30 minutos fortalecía tus huesos, ahora ese mismo esfuerzo pierde casi un 25% de su efecto. Es como intentar levantar pesas con guantes de algodón: haces el esfuerzo, pero la carga no llega a donde debe.
Todo esto se suma. Y el resultado es un hueso poroso, débil, que se rompe con un simple tropiezo. Una caída que antes solo te habría hecho un moretón, ahora puede fracturarte la cadera, la muñeca o una vértebra. Y una fractura vertebral no siempre duele. Puedes perder altura sin darte cuenta, o tener dolor de espalda crónico que nunca se explica.
Lo primero que debes hacer: bajar la dosis, si puedes
La mejor prevención no es una pastilla. Es una decisión médica: usar la menor dosis posible durante el menor tiempo posible. Esto no es opcional. Es fundamental. Un estudio del grupo BBC (Bone, Body and Calcium) demostró que reducir la dosis de más de 7,5 mg a 7,5 mg o menos de prednisona diaria disminuye el riesgo de fractura en un 35% en solo seis meses.
No se trata de dejar los corticoides por tu cuenta. Eso puede ser peligroso. Pero sí de hablar con tu médico sobre si puedes reducir la dosis, cambiar a una forma inhalada o tópica, o usar medicamentos alternativos que no afecten los huesos. Si tienes asma, por ejemplo, un inhalador de corticoides puede ser suficiente y no te afecta los huesos como la pastilla. Si tienes artritis, quizás un fármaco biológico te permita disminuir la prednisona. No aceptes que "es lo único que funciona" si hay otras opciones.
Calcio y vitamina D: la base, no el extra
Si estás tomando corticoides, no puedes depender solo de tu dieta. Necesitas suplementación. Y no cualquier cantidad. Las guías de la Clínica Cleveland y el Colegio Americano de Reumatología son claras: 1.000 a 1.200 mg de calcio al día, y 600 a 800 UI de vitamina D. Para algunos, incluso 1.000 UI de vitamina D son necesarias para mantener niveles de sangre por encima de 20 ng/mL.
¿Dónde conseguirlo? El calcio viene mejor de la comida: queso, yogur, col rizada, sardinas con hueso, tofu fortificado. Pero si no comes suficiente, toma suplementos. No los compres al azar. Busca los que contengan carbonato de calcio o citrato de calcio. El citrato se absorbe mejor si tienes poco ácido estomacal.
La vitamina D es más difícil de obtener de la dieta. Solo el pescado graso, los huevos y los lácteos fortificados la tienen en cantidades mínimas. La exposición al sol ayuda, pero en invierno en Zaragoza, o si vives en un piso sin balcón, no es suficiente. Por eso, la suplementación no es un "bonus". Es obligatoria. Un estudio del PMC mostró que con 1.000 mg de calcio y 500 UI de vitamina D al día, la pérdida de densidad ósea en la columna se reduce de un 2% anual a solo un 0,72%. Eso es casi una parada completa.
Movimiento: no es solo caminar, es cargar peso
Caminar es bueno. Pero no es suficiente. Para contrarrestar el daño de los corticoides, necesitas ejercicios de carga. Es decir, actividades que hagan que tus huesos soporten peso. Caminar, subir escaleras, bailar, hacer pesas ligeras, incluso usar bandas elásticas. El objetivo: al menos 30 minutos, la mayoría de los días de la semana.
El ejercicio no solo estimula la formación ósea. También mejora el equilibrio y la fuerza muscular, lo que reduce el riesgo de caídas. Y en personas que toman corticoides, las caídas son la principal causa de fracturas. Si no sabes por dónde empezar, un fisioterapeuta puede diseñarte un plan sencillo. No necesitas ir al gimnasio. Puedes hacer sentadillas agarrada a una silla, levantar pesas de 1-2 kg mientras miras la tele, o subir y bajar escaleras dos veces al día.
Y no te engañes: nadie te va a decir que el ejercicio "funciona" con corticoides. Pero sí funciona. Solo que menos. Por eso, necesitas hacerlo con más constancia.
Deja de fumar y limita el alcohol
Fumar y beber alcohol son dos hábitos que, por sí solos, debilitan los huesos. Con corticoides, se convierten en bombas de relojería. Dejar de fumar reduce el riesgo de fractura entre un 25% y un 30%. Y limitar el alcohol a menos de tres unidades al día (una copa de vino, una caña, o un vaso pequeño de licor) hace una gran diferencia.
El alcohol interfiere con la absorción de calcio y la producción de vitamina D. Y el tabaco reduce el flujo sanguíneo a los huesos y acelera la muerte de las células óseas. Si estás tomando corticoides, no puedes permitirte estos vicios. No es una sugerencia. Es una necesidad médica.
¿Necesitas medicamentos para los huesos?
Si has estado tomando corticoides más de tres meses y tienes factores de riesgo -como edad avanzada, historial de fracturas, bajo peso, o antecedentes familiares-, probablemente necesites un medicamento específico.
La primera línea son los bifosfonatos. Risedronato (5 mg diario o 35 mg semanal) reduce las fracturas vertebrales en un 70%. Alendronato también funciona. Pero si no los toleras (por molestias estomacales, que afectan al 30% de los usuarios), hay otras opciones:
- Zoledrónico: infusión anual por vía intravenosa. Aumenta la densidad ósea en un 4,5% en un año.
- Denosumab: inyección cada seis meses. Aumenta la densidad en un 7% en la columna.
- Teriparatida: inyección diaria. Es la más potente. Aumenta la densidad en un 9,1% en un año. Se recomienda si ya tienes fracturas o si tu T-score es menor de -2,5.
La teriparatida es la más efectiva, pero también la más cara y la que requiere más disciplina. No es para todos. Pero si tu médico te la recomienda, no la rechaces por miedo. Es la mejor opción para huesos muy dañados.
La gran brecha: nadie te lo está pidiendo
Las guías médicas son claras: todos los pacientes en corticoides deben recibir:
- Evaluación de riesgo con FRAX (una herramienta que calcula tu probabilidad de fractura en 10 años)
- Densitometría ósea al inicio del tratamiento y cada 1-2 años
- Suplementación con calcio y vitamina D
- Consejería sobre ejercicio, tabaco y alcohol
- Prescripción de medicamentos para huesos si el riesgo es alto
Pero en la práctica, solo el 62% de los pacientes reciben alguna de estas medidas. Y entre hombres y mujeres hay una brecha enorme: el 76% de las mujeres reciben atención preventiva, pero solo el 44% de los hombres. ¿Por qué? Porque muchos médicos piensan que la osteoporosis es "una enfermedad de mujeres mayores". Y no es cierto. Los hombres que toman corticoides también pierden hueso. Y también se fracturan.
La clave está en los sistemas. En los hospitales donde se activan alertas automáticas en el historial clínico cuando alguien recibe más de 2,5 mg de prednisona por más de tres meses, la tasa de prevención subió del 40% al 92%. No es magia. Es organización. Si tu médico no te lo ha pedido, tú debes preguntar.
¿Qué debes hacer hoy?
No esperes a que te lo receten. No esperes a tener dolor. Haz esto ahora:
- Pídele a tu médico una densitometría ósea. Si te dice que "no es necesario", pide una segunda opinión.
- Comprueba tu ingesta de calcio y vitamina D. Si no llegas a 1.000 mg y 800 UI, empieza a tomar suplementos.
- Empieza a caminar o hacer ejercicios de carga 5 días a la semana. No necesitas equipo.
- Si fumas, busca ayuda para dejarlo. Si bebes más de tres unidades al día, reduce.
- Pregunta si puedes reducir tu dosis de corticoides. Si tu enfermedad está controlada, quizás puedas.
La osteoporosis por corticoides no es inevitable. Es prevenible. Pero solo si actúas. No con esperanza. Con acción.
¿Cuánto tiempo tarda en aparecer la osteoporosis por corticoides?
La pérdida ósea comienza en los primeros 3 a 6 meses de tratamiento. En ese periodo, se puede perder hasta un 15% de la densidad ósea, especialmente en la columna lumbar. Las fracturas pueden ocurrir ya en el primer año, y hasta el 50% de las fracturas relacionadas con corticoides suceden en ese tiempo. Por eso, la prevención debe empezar desde el primer día de tratamiento.
¿Puedo tomar suplementos de calcio y vitamina D sin receta?
Sí, puedes comprarlos sin receta. Pero no todos son iguales. Busca suplementos con carbonato de calcio o citrato de calcio, y con al menos 800 UI de vitamina D3. Evita productos con dosis muy bajas (como 400 UI de vitamina D) porque no son suficientes para contrarrestar el daño de los corticoides. Si tienes problemas renales o niveles altos de calcio en sangre, consulta a tu médico antes de empezar.
¿Los bifosfonatos son seguros a largo plazo?
Sí, para la mayoría de los pacientes. Los bifosfonatos han sido usados durante más de 20 años en pacientes con osteoporosis inducida por corticoides. Los efectos secundarios más comunes son molestias estomacales, que se pueden reducir tomando la pastilla con agua en ayunas y sin acostarse durante 30 minutos. En casos raros, pueden causar osteonecrosis de la mandíbula o fracturas atípicas del fémur, pero esto ocurre después de más de 5 años de uso continuo. El beneficio supera ampliamente el riesgo en pacientes que toman corticoides a largo plazo.
¿La densitometría ósea es dolorosa?
No. Es una prueba rápida, sin dolor y sin inyecciones. Te acuestas en una mesa mientras una máquina emite una pequeña cantidad de radiación -menos que una radiografía de tórax-. Tarda unos 10-15 minutos. No necesitas prepararte. Solo no debes haber hecho una prueba con contraste (como una tomografía con bario) en los últimos 7 días.
¿Qué pasa si dejo de tomar los corticoides? ¿Se recuperan los huesos?
Sí, pero no de forma automática. Si dejas los corticoides y sigues con la prevención -calcio, vitamina D, ejercicio y medicamentos si los necesitas-, la densidad ósea puede mejorar entre un 3% y un 8% en el primer año. Algunos pacientes recuperan casi toda la masa ósea perdida. Pero si no haces nada, los huesos seguirán debilitándose. La recuperación depende de la edad, la duración del tratamiento y si ya tuviste fracturas.
¿Qué sigue después?
Si estás en tratamiento con corticoides, tu próxima cita médica no debe ser solo para revisar tu enfermedad de base. Debe ser también para revisar tus huesos. Pide una evaluación de riesgo de fractura (FRAX), pregunta si te hicieron la densitometría, y asegúrate de que te recetaron calcio y vitamina D. Si no lo hicieron, insiste. No eres un paciente pasivo. Eres un participante activo en tu salud.
Y si ya tienes osteoporosis, no te rindas. Con el tratamiento correcto, puedes vivir sin fracturas. Muchos pacientes lo logran. Solo necesitan saber qué hacer, y hacerlo.