Alternativas para la disfunción eréctil

Si estás buscando cómo mejorar la función eréctil, no todas las soluciones son iguales. Hay fármacos, dispositivos y cambios de hábitos que pueden funcionar según tu caso. Aquí te explicamos, de forma práctica, qué puedes probar y cuándo conviene consultar al médico.

Fármacos de primera línea

Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5) son los más recetados. El sildenafil (conocido como Viagra) actúa aumentando el flujo sanguíneo al pene y suele tomarse una hora antes de la relación. Tadalafil (Cialis) tiene una acción más prolongada, hasta 36 horas, lo que permite mayor espontaneidad. Vardenafil (Levitra) es otra opción con efectos similares.

Una variante interesante es Malegra FXT, que combina sildenafil con fluoxetina. La fluoxetina ayuda a los hombres que también presentan problemas de ansiedad o depresión, dos factores que empeoran la disfunción eréctil. Según la comparación de Malegra FXT con otras opciones, su efecto es comparable a los PDE5 solos, pero aporta un beneficio adicional en el aspecto emocional.

Estos medicamentos requieren receta médica y no son recomendables si tomas nitratos o tienes problemas cardíacos graves. Siempre es mejor que un profesional evalúe dosis y contraindicaciones.

Opciones no farmacológicas

Cuando los fármacos no son adecuados o no funcionan, existen alternativas mecánicas. La bomba de vacío crea succión para lograr una erección y, una vez obtenida, se coloca un anillo de constricción para mantenerla. Es segura y útil en casos de daño nervioso.

Los anillos de constricción por sí solos pueden ayudar a mantener la sangre en el pene después de la estimulación, y son fáciles de usar.

Los suplementos naturales como el ginseng, la L‑arginina o el extracto de yohimbe aparecen con frecuencia en búsquedas, pero su eficacia varía y la evidencia científica es limitada. Si decides probarlos, hazlo bajo supervisión para evitar interacciones.

Los cambios de estilo de vida son la base: perder peso, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y hacer ejercicio regular mejoran la circulación y la salud hormonal. Incluso dormir suficiente tiene un impacto positivo.

En algunos casos, la terapia psicológica o la consejería sexual son clave. El estrés, la ansiedad de desempeño y los problemas de pareja pueden convertirse en la raíz del problema. Un psicólogo especializado ayuda a romper ese ciclo.

En definitiva, la mejor alternativa depende de tus causas específicas y de tu salud general. Empieza por hablar con tu médico, quien podrá guiarte entre los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, y combinar opciones si es necesario. Recuerda que la disfunción eréctil es tratable y que buscar ayuda es el primer paso para recuperar la confianza y disfrutar de una vida sexual saludable.

Descubre en detalle qué es Malegra FXT, cómo actúa el sildenafil con fluoxetina y compáralo con otras opciones farmacológicas y naturales para la disfunción eréctil.

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