Farxiga: guía práctica y sencilla

Si te han mencionado Farxiga en la consulta, probablemente sea por la diabetes tipo 2. Este medicamento pertenece a la familia de los inhibidores del SGLT2 y ayuda a que el cuerpo elimine más glucosa por la orina. Su nombre genérico es dapagliflozina y, aunque suene técnico, su objetivo es bastante simple: bajar el nivel de azúcar en sangre de forma segura.

¿Para qué se prescribe Farxiga?

El médico lo recetará cuando la dieta y el ejercicio no basten para controlar tu glucemia. Además de reducir el azúcar, Farxiga tiene beneficios extra: puede ayudar a perder peso y, en algunos pacientes, mejora la presión arterial. También se ha demostrado que protege al corazón y a los riñones, algo que muchos tratamientos no ofrecen.

Cómo tomar Farxiga y qué precauciones tener

La dosis habitual es una tableta de 10 mg al día, tomada con o sin comida. No es necesario ajustarla según la hora, pero es importante hacerlo siempre a la misma hora para crear una rutina. Si olvidas una dosis, tómala cuando lo recuerdes, a menos que ya sea la hora del siguiente día; en ese caso, sáltala y sigue con el plan.

Los efectos secundarios más comunes son infecciones urinarias, aumento de la sed y, en raras ocasiones, cetosis diabética. Para evitarlos, mantén una buena hidratación y revisa regularmente tu glucosa y cetonas en sangre. Si notas alguna reacción extraña, avisa a tu médico antes de seguir tomando el fármaco.

Farxiga no es apto para todas las personas. Si tienes antecedentes de insuficiencia renal grave, una historia de cetoacidosis diabética o estás embarazada, el profesional descartará su uso. Asimismo, algunos antibióticos y antiinflamatorios pueden interferir, así que siempre revisa la lista de medicamentos que tomas.

En cuanto al precio, Farxiga suele estar disponible en farmacias físicas y online. Busca siempre farmacias certificadas y compara precios, pero nunca comprometas la seguridad por un ahorro excesivo. Un buen consejo es preguntar a tu farmacéutico si hay versiones genéricas con la misma calidad.

Para medir la efectividad, el médico solicitará pruebas de hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3‑6 meses. Si los valores bajan como se espera, el tratamiento sigue; de lo contrario, puede ser necesario ajustar la dosis o combinarlo con otro fármaco.

Recuerda que Farxiga no sustituye una alimentación equilibrada ni el ejercicio regular. Es una herramienta más dentro de un plan integral de salud. Mantén una dieta baja en azúcares simples, incluye fibra y realiza al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días.

En resumen, Farxiga es una opción eficaz para controlar la diabetes tipo 2, con beneficios adicionales para el peso y la salud cardiovascular. Usa el medicamento según las indicaciones, vigila los posibles efectos y mantén una comunicación constante con tu médico para lograr los mejores resultados.

Descubre los efectos secundarios más comunes de Farxiga y cómo prevenir complicaciones. Consejos prácticos para pacientes que usan inhibidores SGLT2 y datos que debes conocer.

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