Terapia con Aspirina: ¿Quién debería tomarla para prevenir enfermedades cardíacas?
nov, 21 2025
La aspirina ya no es para todos
Si tienes 60 años o más y nunca has tenido un infarto ni un accidente cerebrovascular, lo más probable es que debas dejar de tomar aspirina diaria. Aunque durante décadas se recomendó como una simple medida preventiva, las guías médicas actuales han dado un giro completo. Hoy, la aspirina ya no es un suplemento universal para la salud del corazón. Su uso en la prevención primaria -es decir, para personas sin enfermedad cardíaca previa- se ha vuelto extremadamente limitado, y en muchos casos, peligroso.
La razón es clara: los beneficios han disminuido, y los riesgos han aumentado. Mientras que antes se pensaba que una pastilla diaria de aspirina reducía el riesgo de infarto, hoy sabemos que, para muchas personas, el riesgo de sangrado interno supera cualquier posible protección. Estudios recientes con más de 130,000 participantes muestran que, por cada 100 personas que toman aspirina durante 10 años para prevenir enfermedades cardíacas, aproximadamente 1 evitará un infarto no fatal, pero 2 sufrirán un sangrado grave que requiera hospitalización o transfusión.
¿Cómo funciona la aspirina en el corazón?
La aspirina impide que las plaquetas se peguen entre sí. Cuando una arteria se obstruye por una placa de grasa, las plaquetas se activan y forman un coágulo. Si ese coágulo bloquea completamente una arteria coronaria, ocurre un infarto. La aspirina bloquea una enzima llamada COX-1, que las plaquetas necesitan para activarse. Esto reduce la formación de coágulos. Pero este mismo mecanismo también dificulta que el cuerpo detenga el sangrado cuando se produce una herida -ya sea en el estómago, el cerebro o cualquier otro lugar.
Por eso, en personas que ya han tenido un infarto, un accidente cerebrovascular o una angioplastia, la aspirina sigue siendo esencial. En esos casos, el beneficio es claro: reduce el riesgo de un segundo evento en un 21%. Pero en personas sanas, sin antecedentes cardíacos, ese mismo efecto puede convertirse en un peligro.
¿Quién podría considerar tomar aspirina hoy?
La única situación en la que los expertos aún sugieren considerar la aspirina para prevención primaria es en adultos entre 40 y 59 años que tienen un riesgo cardiovascular alto -es decir, un 10% o más de probabilidad de sufrir un evento cardíaco en los próximos 10 años. Este cálculo se hace con una herramienta llamada pooled cohort equation, que toma en cuenta:
- Edad
- Sexo
- Raza
- Presión arterial (tratada o no)
- Niveles de colesterol total y HDL
- Si tiene diabetes
- Si fuma
Si tu riesgo está por debajo del 10%, no se recomienda aspirina. Si está por encima, aún así no es automático. Debes hablar con tu médico sobre tus factores de sangrado. ¿Has tenido úlceras? ¿Tomas antiinflamatorios como ibuprofeno? ¿Bebes alcohol con frecuencia? ¿Tienes problemas renales o hepáticos? Si respondes sí a alguna de estas preguntas, el riesgo de sangrado aumenta, y la aspirina probablemente no vale la pena.
¿Y si tienes diabetes?
La diabetes es un factor de riesgo cardiovascular muy fuerte. Por eso, algunas guías, como las de la Asociación Americana de Diabetes, sugieren considerar la aspirina para personas con diabetes mayores de 40 años, especialmente si tienen otros factores de riesgo como hipertensión o tabaquismo. Pero incluso aquí hay advertencias. No todos los diabéticos se benefician. Si tienes buen control de azúcar, presión arterial y colesterol, y no tienes antecedentes de enfermedad cardíaca, la aspirina puede no aportar nada y sí traer complicaciones.
Un estudio de 2018 con más de 15,000 personas con diabetes mostró que la aspirina redujo ligeramente los eventos cardíacos, pero aumentó el riesgo de sangrado grave en un 40%. El balance final fue casi neutro. Por eso, muchos cardiólogos hoy prefieren enfocarse en controlar el azúcar, el colesterol y la presión arterial antes de recetar aspirina.
¿Por qué tantas personas siguen tomando aspirina?
A pesar de las guías, millones de personas siguen tomando aspirina diaria por cuenta propia. En Estados Unidos, se estima que 29 millones de adultos sin enfermedad cardíaca la toman, y más de 6 millones lo hacen sin haberlo discutido con un médico. Muchos lo hacen porque sus padres tuvieron un infarto, o porque “siempre lo han tomado”. Pero la historia familiar no es suficiente. Tus factores de riesgo son únicos.
Una encuesta en foros de salud mostró que el 58% de las personas entre 60 y 75 años continúan tomando aspirina, aunque ya no cumplen con los criterios actuales. Una mujer de 67 años escribió: “Mi cardiólogo me dijo que siga tomándola porque mi padre tuvo un infarto a los 58”. Pero su padre tenía colesterol muy alto, fumaba y tenía presión alta. Ella tiene colesterol normal, no fuma y su presión está controlada. En su caso, el riesgo de sangrado supera cualquier beneficio.
¿Qué pasa si ya estás tomando aspirina?
Si tienes entre 40 y 59 años y estás tomando aspirina por prevención, no la dejes por tu cuenta. Habla con tu médico. Pídele que calcule tu riesgo cardiovascular real. Si tu riesgo es bajo, probablemente te convenga dejarla. Si es alto y no tienes factores de sangrado, quizá sigas tomándola, pero solo bajo supervisión.
Si tienes 60 años o más y nunca has tenido un problema cardíaco, lo más probable es que debas dejarla. Dejar la aspirina de forma repentina no causa rebote cardíaco, como algunos creen. No hay evidencia de que dejarla aumente el riesgo de infarto. De hecho, dejarla puede prevenir un sangrado grave que podría ser mortal.
Si tienes 70 o más años, las guías son contundentes: no se recomienda iniciar aspirina, y si ya la tomas, se sugiere dejarla. Un médico de la VA de Boston lo dijo claramente: “El daño causado por la aspirina en personas mayores de 70 puede ser mayor que el de todos los accidentes de tráfico en ese grupo”.
¿Qué hay de las alternativas?
La verdadera prevención del corazón hoy no es la aspirina. Es el control del colesterol con estatinas, el control de la presión arterial, dejar de fumar, moverse todos los días y comer menos azúcar y grasas trans. Las estatinas reducen el riesgo de infarto entre un 25% y un 37%. La aspirina, en comparación, reduce el riesgo en solo un 10-15%. Y las estatinas no aumentan el riesgo de sangrado.
Si tienes un colesterol alto, tu médico probablemente te recetará una estatina antes que aspirina. Si tienes presión alta, la medicación adecuada y cambios en el estilo de vida son más efectivos. La aspirina ya no es el primer paso. Es el último recurso, y solo en casos muy específicos.
Los errores comunes que debes evitar
- No te bases en tu familia. Tu riesgo no es el mismo que el de tu padre. Cada persona es diferente.
- No asumas que “más pequeño es mejor”. Una aspirina de 81 mg no es más segura que una de 325 mg en términos de sangrado. El riesgo es similar.
- No ignores los síntomas de sangrado. Si tienes heces negras, vómito con sangre, moretones sin causa o sangrados nasales frecuentes, deja la aspirina y consulta de inmediato.
- No tomes aspirina si usas anticoagulantes. Si tomas warfarina, dabigatrán o rivaroxabán, la aspirina puede ser peligrosa.
- No tomes aspirina si bebes alcohol con frecuencia. El alcohol daña el estómago. Juntos, aumentan el riesgo de úlceras y hemorragias.
¿Cuándo la aspirina sí es necesaria?
Si ya has tenido:
- Un infarto
- Un accidente cerebrovascular
- Una angioplastia o stent
- Una cirugía de bypass coronario
entonces la aspirina sigue siendo un pilar de tu tratamiento. En esos casos, el beneficio es claro y está respaldado por décadas de evidencia. No la dejes sin hablar con tu cardiólogo. Aquí, el riesgo de sangrado es aceptable porque el riesgo de un nuevo evento es mucho mayor.
La decisión es tuya, pero no debes tomarla solo
La aspirina ya no es un remedio universal. Es una herramienta médica precisa, como un bisturí, no como un analgésico de farmacia. Su uso debe ser deliberado, basado en datos reales, no en hábitos o mitos.
Si estás en duda, pide a tu médico que te muestre tu riesgo cardiovascular real. Pregúntale: “¿Mi riesgo es mayor al 10%? ¿Tengo factores de sangrado? ¿La aspirina me beneficia o me pone en peligro?”. Si no te da una respuesta clara, busca una segunda opinión. La prevención del corazón hoy no se basa en pastillas mágicas. Se basa en conocer tu cuerpo, tus datos y tus verdaderos riesgos.
¿Puedo tomar aspirina para prevenir un infarto si mi padre lo tuvo?
No necesariamente. La historia familiar es un factor de riesgo, pero no es suficiente para justificar la aspirina. Lo que importa es tu riesgo individual: tu edad, presión arterial, colesterol, si fumas o tienes diabetes. Muchas personas con antecedentes familiares tienen riesgo bajo por otros factores saludables. Tomar aspirina sin evaluar tu riesgo real puede ponerte en peligro de sangrado sin protegerte del corazón.
¿Es segura la aspirina de 81 mg para personas mayores de 60?
No se recomienda iniciarla en personas mayores de 60 años, ni siquiera en dosis baja. Los estudios muestran que, en este grupo, el riesgo de sangrado cerebral o gastrointestinal supera cualquier beneficio potencial para prevenir infartos. Si ya la tomas, no la dejes sin hablar con tu médico, pero si no la tomas, no la empieces.
¿Qué pasa si dejo de tomar aspirina de forma repentina?
No hay evidencia de que dejar la aspirina cause un infarto repentino. A diferencia de los bloqueadores beta o ciertos medicamentos para la presión, la aspirina no genera dependencia ni rebote. Si tu médico te dice que ya no la necesitas, puedes dejarla sin miedo. El riesgo de dejarla es menor que el de seguir tomándola si no tienes beneficio.
¿Puedo tomar aspirina si tomo ibuprofeno o naproxeno?
No es recomendable. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno o el naproxeno irritan el estómago y aumentan el riesgo de úlceras. Combinados con aspirina, el riesgo de sangrado gastrointestinal se duplica. Si necesitas un analgésico, el paracetamol es una opción más segura si tomas aspirina.
¿La aspirina previene el cáncer de colon?
Algunos estudios sugieren que la aspirina podría reducir ligeramente el riesgo de cáncer colorrectal a largo plazo, pero esto no es suficiente para recomendarla como prevención. Los efectos tardan años en aparecer, y los riesgos de sangrado son inmediatos. Si tienes alto riesgo de cáncer colorrectal, el cribado con colonoscopia es la estrategia más segura y efectiva.
¿Cuánto cuesta la aspirina y es accesible?
La aspirina genérica es muy barata: entre 4 y 6 dólares por tres meses en Estados Unidos. Pero el costo real no es monetario. El costo real es el riesgo de sangrado, hospitalización o incluso muerte. No vale la pena pagar ese precio si no tienes beneficio. Tu salud no se mide por el precio de la pastilla, sino por el equilibrio entre riesgo y beneficio.
Lo que debes hacer ahora
Si no tienes enfermedad cardíaca:
- Revisa tu presión arterial, colesterol y glucosa. ¿Están dentro de los límites normales?
- ¿Fumas? ¿Tienes diabetes? ¿Tienes antecedentes de úlceras o sangrado?
- Calcula tu riesgo cardiovascular con tu médico usando la herramienta ACC/AHA.
- Si tu riesgo es bajo, no tomes aspirina. Si es alto, habla sobre los riesgos de sangrado.
- Si tienes 60 o más años, no inicies aspirina. Si ya la tomas, pregunta si debes dejarla.
La prevención del corazón no se trata de tomar más pastillas. Se trata de tomar las correctas -y dejar las que ya no sirven.