Rinotraqueitis: qué es, síntomas y cómo actuar

Si alguna vez te ha dolido la garganta y notas congestión nasal al mismo tiempo, podrías estar frente a una rinotraqueitis. Es una inflamación que afecta a la mucosa de la nariz y la tráquea, y suele aparecer después de un resfriado o una gripe. No es una enfermedad grave, pero los síntomas pueden ser molestos y, si no se trata bien, pueden durar varias semanas.

Lo más común es que se presente con tos seca, sensación de ardor al respirar y secreción nasal espesa. La fiebre rara vez supera los 38 °C, pero el malestar general sí que se siente. En la mayoría de los casos, la causa es viral, aunque algunas bacterias pueden complicar la picture.

Causas y factores de riesgo

Los virus del resfriado y la influenza son los principales responsables. Cuando el virus irrita la mucosa nasal, la inflamación se extiende a la tráquea y aparece la rinotraqueitis. Otros factores que aumentan el riesgo son:

  • Ambientes secos o con mucho polvo.
  • Fumar o estar expuesto al humo de segunda mano.
  • Condiciones alérgicas como la rinitis alérgica.
  • Un sistema inmunitario debilitado.

Si vives en un sitio donde hay cambios bruscos de temperatura, el riesgo también sube, porque el aire frío irrita las vías respiratorias.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico suele basarse en la historia clínica y el examen físico. El médico escuchará tus pulmones, revisará la garganta y, si lo considera necesario, pedirá una radiografía de tórax para descartar otras afecciones.

El tratamiento es mayormente sintomático:

  • Descanso y buena hidratación. Beber agua, infusiones o caldos ayuda a aflojar la mucosidad.
  • Humidificar el ambiente. Un humidificador o una ducha caliente reducen la sequedad y facilitan la respiración.
  • Analgesia y antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno para el malestar.
  • Descongestionantes nasales (sprays salinos o soluciones isotónicas) para aliviar la congestión.
  • En casos de sospecha bacteriana, el médico puede recetar antibióticos, pero solo cuando hay evidencia clara.

Además, evita fumar y reduce la exposición a irritantes. Si la tos es muy seca, un antitusivo suave puede ayudar a dormir mejor.

La mayoría de los pacientes mejoran en 7‑10 días. Si los síntomas persisten más de dos semanas, aparecen fiebre alta o dificultad para respirar, es momento de volver al médico para descartar complicaciones como una bronquitis o una neumonía.

En casa, puedes probar remedios tradicionales como miel con limón en agua tibia; la miel suaviza la garganta y el limón aporta vitamina C. Recuerda que estos aportes son complementarios, no sustituyen el tratamiento médico.

En resumen, la rinotraqueitis es una inflamación incómoda pero manejable. Con reposo, hidratación y cuidados simples, volverás a sentirte bien en pocos días. Mantén tus espacios ventilados y cuida tu salud respiratoria para evitar que vuelva a aparecer.

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